A dibujar empecé desde que en el cole boceteaba al final de las libretas durante los intercambios de clase, durante los recreos y en el bus. Todo a boli. Y ya se ha quedado. Amante de las técnicas tradicionales, el arte es mi santuario lejos de las pantallas. La técnica lo es todo, y la obra se decide antes de la ejecución.
Lápices a un lado, me he criado entre ordenadores, por lo que me llevo muy bien con ellos. También me gusta el deporte (patinaje), los videojuegos, los libros, los cómics, mi cachimba y el cine. Muy fan de esos planes casi por accidente, de mochila de viaje, perderme en ciudades que no conozco, la lluvia, el paisaje urbano, la naturaleza, la buena compañía, el café y la cerveza.
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